domingo, 29 de noviembre de 2015

30 de Noviembre

Egun on :)


Ya estamos en el último día del penúltimo mes del año! Y debido al estrés inherente al próximo mes de exámenes, declaro ésta como última entrada del año 2015 ;)



Así que hoy toca hacer una breve reflexión sobre estos últimos meses, lo que me lleva a compartir una publicación de Rocío Lacave, compañera bloguera, para intentar transmitir algo de agradecimiento por lo genial que ha sido este semestre, lleno de actividades: alguna excursión montañera, la vuelta a mi antigua afición del atletismo (que con compañía las carreras cuestan menos), cenas con amigos, grandes noches de concierto, algunas tardes dedicadas a los niños, la vuelta a los desastrosos deslices musicales con el coro y si quedaba algo de tiempo escapadas al teatro (no os perdáis "La discreta enamorada" de Lope de Vega) o incluso tratar de estudiar Medicina. Por tanto, y mucho más, yo como Rocío, me pregunto: por todo esto, ¿Qué se debe? 

"Qué se debe por los cambios de planes que transforman no sólo nuestro día, sino nuestra vida; qué se debe por esa palabra que nos dijeron, capaz de acortar distancias, que nos cambió el gesto en la cara y el ánimo en el alma. Qué se debe por las sonrisas sinceras, los buenos recibimientos y los abrazos que aprietan.


Qué se debe por la esperanza que nos mantiene en pie, por los sueños que se cumplen y los días que acaban alrededor de una mesa, con una copa en la mano y -al menos- un amigo sentado frente a ti. Qué se debe por esos buenos recuerdos que nos asaltan en cualquier momento del día, que nos rescatan y nos hacen, simplemente, felices. Qué se debe por esas canciones que, sin necesidad de que haya nadie más en la pista, nos sacan a bailar, porque se nos van los pies, porque nos lo pide el cuerpo.


Qué se debe por el silencio que, a veces, es la más clara respuesta. Qué se debe por las alegrías compartidas, que en lugar de dividirse se multiplican cuando dejan de ser sólo nuestras para pertenecer a algunos más. Qué se debe por los buenos deseos que recibimos de los demás, por la admiración que despierta en nosotros la gente que nos rodea, por hacernos caer en la cuenta de que somos unos privilegiados teniendo cerca a determinadas personas.




Qué se debe por las puestas de sol que no salen en las fotos pero se quedan grabadas en nuestra retina, por los paisajes que no cambian a pesar del tiempo, que esperan nuestro regreso. Qué se debe por esa sensación de volver al lugar donde has sido feliz y, al pisarlo, recuperar el bienestar que has ido perdiendo por el camino, por las preocupaciones y por los sinsabores. Qué se debe por una mirada que hace que el tiempo se detenga.



Qué se debe por este mundo que gira y nos lleva con él, qué se debe por este viaje que comienza en el preciso momento en el que nacemos; qué se debe por ir en un vagón cómodo sin haber hecho nada para merecerlo; qué se debe por tomar conciencia de lo afortunados que somos…


Que alguien me diga, ¿qué se debe?"

P.D: Como también me he dedicado durante el semestre a...llamémosle un intento de bailar swing, hoy comparto algo de música de la gran Ella Fitzgerald que me ponían para ello :) Feliz lunes!!!





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