¿Qué tal os va equipo? Vamos, mucho ánimo que ya termina este mes de abril, aún con lo que eso conlleva, que es el inicio de exámenes para muchos. Yo al menos comienzo mañana mis globales, y como la cosa está para pocas bromas he decidido retirarme por una temporada de este agradable oficio de bloguera. Pero prometo que nada más termine exámenes volveré a la lectura, la música, los viajes a descubrir mundo y mucho más para traeros miles de cosas en septiembre!
Pero por ahora, como lo que toca es el estudio, hoy os ofrezco unos cuantos motivos preciseamente para estudiar, que escribí a alguien hace ya más de un año, y como sirvieron de tan sumamente poco, voy a ver si sirven siquiera para que alguno de vosotros comience su estudio de hoy algo más animado.
“…Estudia, porque cuando lo hagas, es muy posible que
aprendas que el esfuerzo tiende a traer recompensas. Hasta ahora, no te has
esforzado, y a pesar de ello lo recibiste todo. Pero eso no te hará apreciar el
jugo de la vida, descúbrelo, sabe mucho mejor una victoria cuando no has dudado
en sudar la camiseta para lograrla, ganártela a pulso. Esto hará que brote de
ti un nuevo sentimiento: la ambición. Pero no lo asocies con la connotación
negativa que se le suele dar actualmente, yo te hablo de ambicionar cosas
buenas, metas altas que aunque no logres, siempre te ayudarán a no dejar de
subir.
Estudia, porque será importante para aprender a valorar
las cosas importantes de la vida. No obstante, espero que si te decides a
estudiar la vida más lejos de los meros apuntes de instituto, nazcan en ti preguntas sobre qué es lo verdaderamente importante en la
vida, que precisamente, y disculpa por la contradicción, no será estudiar, por
mucho que así te lo vendan.
Estudia, porque los caminos que ahora te parecen los
fáciles, según vengo comprobando a lo largo de los años, no lo serán luego.
Parece sencillo pasar las horas sin dedicarlas a nada, pero ese tiempo vacío, a
nadie podemos exigirle que nos lo devuelva más tarde. Además, y por masoquista
que suene, ¿A quién interesan los caminos fáciles? ¿Queda en el recuerdo de
alguien la gente que únicamente se resignó a tomar lo sencillo sin tratar otras
opciones? ¿Son felices quienes no se atreven a ir más allá de las barreras
impuestas?
Estudia, porque me entristecería mucho que por no saber,
no supieras o ni siquiera lograras atisbar qué deseas de la vida. Estudia tu
alrededor, estudia qué clases de personas te gustan, porque nos basamos en gran
medida en imitación de los modelos que seguimos. Y para alcanzar tener como
meta uno que valga la pena, hay que buscar en un océano amplio, atreverse a
conocer nuevas realidades, que quienes no agrandan sus horizontes en la búsqueda
constante que es la vida, ignoran, ya que prefieren no ver.
Estudia, porque es un buen hábito que puede resultarte
útil en aspectos insospechados de la vida. Tú hazme caso, sé que no te apasiona
estudiar matemáticas, pero si has sido perseverante estudiando tediosas
materias, habrás logrado un bello hábito. ¿En qué te puede ayudar? Si estás
acostumbrado a recordar cosas, a saber clasificarlas por su valor, a guardar lo
importante en el corazón más que en la cabeza, sabrás rodearte de gente que te
lleva a ser feliz.
También, porque un buen día, ¿por qué no? encontrarás el
amor, y te gustará haber estudiado a esa persona y saber cómo agradarla, haber
profundizado en su alma y tener recursos para tratar de enamorarla. Será genial
si logras saber mucho sobre palabras, porque te sorprenderá si tienes un
extenso vocabulario, ver cómo todo él desaparece de tu mente, al verte abrumado
por el amor y sentirte torpe y tartamudo al no saber qué palabras utilizar.
Estudia, lee, porque si un buen día el desamor llama a
tus puertas, o cualquier otro tipo de tristeza te acecha y las paredes se te
echan encima, sabrás en qué novela o poema buscar consuelo si por lo que sea no
queda otra alma cerca donde cobijarte. Sabrás dónde buscar esa chispa de
energía que te hará falta para encarar los duros momentos, ya sea porque has
descubierto qué música pone a bailar tu corazón, o porque supiste hacer bailar
otros corazones que no dudarán en acudir en tu auxilio cuando todo parezca ir
mal.
Estudia, pero no te frustres cuando los libros y la
observación no te ofrezcan respuesta alguna ante las dudas que se te plantean,
y que nublan tu mente impidiéndote ver más allá. Aprovecha entonces para
encontrar rayos de luz en la gente que te enseña, es decir, entre todos los que
te rodean, porque te aseguro que si los estudias atentamente tendrán siempre mucho
qué aportar.
Estudia, porque todavía estamos muy verdes los dos
respecto al bello arte de conocer los sentimientos, y esto sin duda te ayudará,
porque una de las grandes bellezas que la vida me ha mostrado, es la de los
instantes de conexión con otras personas, y me temo que no se trata de una
ciencia exacta con la que hincar codos sirva de mucho, en ésta, tendrás además que
implicarte, mancharte de barro, rasgarte, romperte a pedazos y reconstruirte más
tarde hasta lograr desentrañar lo verdadero. Sin embargo, no dudes en hacerlo,
pido mucho, lo sé, porque sé que asusta, pero te lo pido precisamente por
saberme acertada, ya que este difícil sendero lo mismo te hace derramar amargas
lágrimas, que te aporta lo mejor que nunca hayas podido imaginar.
Estudia, ¿ya te lo he repetido suficiente no? Discúlpame,
pero es que un día, precisamente en clase, me enseñaron que repitiendo varias
veces las ideas se estimula la memoria. Tendré miles de párrafos más llenos de
excusas para que lo hagas si es necesario, porque no me faltan las ganas de
hacer que descubras otra realidad, una que apunta y apuntará siempre más alto…”
P.D: A quien se anime a seguir compartiendo cosas en verano, confío en que estaré bastante desconectada, pero aceptaré encantada cualquier sugerencia vía gmail (lauramugicarubio@gmail.com)!