domingo, 15 de noviembre de 2015

16 de Noviembre

Muy buenos días!!

Ya nos hemos plantado en mitad del mes de noviembre y esto comienza a dar vértigo para quienes nos enfrentamos al fin del primer "semestre". Espero que cojáis con fuerza la semana, a pesar de que las noticias que nos han asaltado durante estos últimos días dejen el ánimo bastante frío.
Porque a pesar de que haya días como para perder la fe en la humanidad, siempre aparece el otro lado de la moneda, que apuesta por cosas que demuestran que debemos mantenerla.  



Por eso, yo esta semana brindo por la música, y por quienes a ella se dedican, ya que celebraremos santa Cecilia en unos días. La música, que en su inmensa diversidad siempre sabe ser refugio para nuestras tempestades y alegre banda sonora cuando hay motivos de celebración. Música, que ya describía bien Platón como algo que "da alma al universo, alas a la mente, vuelos a la imaginación, consuelo a la tristeza y vida y alegría a todas las cosas". 



Esto es lo que escribió mi buen amigo Benedetti sobre ella:

"¿Quién habrá inventado la música? ¿El viento? ¿El mar? ¿La lluvia?
¿Cuándo habrá nacido la armonía? ¿Qué habrá sonado primero? ¿El lenguaje de la brisa o el canto del ruiseñor?
Desde una a otra orilla y viceversa la música cruza el puente y la recibimos con los brazos y oídos abiertos. A veces ella calma y a veces enardece.
Acaricia a los niños y adormece a los viejos.



Cuando llueve es el canto de las nubes. La música es un arrabal del cielo y es el único paisaje que disfrutan los ciegos. Beethoven nos abriga y Mozart nos refresca.
Hay tonadas que enhebran los silencios y el silencio se convierte a la música. Los esclavos y los presos se renuevan en el canto y esa música es su única libertad. Con la música respiran y si algún guardia lo prohíbe, igual cantan en silencio.

La música es un premio, un recurso, una victoria. Con alegría o congoja la música nos vive y nos revive. Cuando alguien nos dice que nos vayamos con la música a otra parte, sin vacilar nos vamos, dichosos de que nos siga acompañando la felicidad de sus sonidos."
(Mario Benedetti, Vivir adrede)

Por último, y para ir poniendo algo de música al lunes, una muestra de la luz que un conjunto de notas puede dar en momentos de tristeza: una improvisada actuación al lado de la sala Bataclán este sábado:



                                          "You may say I´m a dreamer, but I´m not the only one"


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