domingo, 13 de septiembre de 2015

14 de Septiembre

Buongiorno people!!

Continuamos con ánimo disfrutando de los últimos días oficiales de este verano! Espero que esté siendo liviana la vuelta a vuestras respectivas actividades, con la fuerza que estos últimos meses nos han repuesto. Sigo reencontrando amigos que me preguntan por mis andanzas veraniegas, así que hoy he decidido compartir algo que leí en uno de mis viajes estivales.


Esto lo encontré en un libro que llevé como fiel compañero para los ratos de largas esperas aeroportuarias en mi trayecto para hacer el camino de Santiago en Polonia (sí, sí, en Polonia también se conserva este camino). Allí recorrimos medio país con gente de Francia, Ruanda, Kosovo, Polonia, Congo...y ya os podéis imaginar, la comunicación entre un grupo tan variopinto era como mínimo curiosa. Total, que yo ese día estaba agotada tras haber pasado el día cantando en swahili, hablando inglés, francés y recibiendo clases de polaco para supervivencia básica, cuando el bueno de Benedetti me sorprendió con unas frases muy precisas para el momento:

"Uno de los trayectos más estimulantes de esta vida es el tránsito por el idioma.
 El pensamiento avanza de palabra en palabra.
 Es una senda llena de sorpresas y algunas veces totalmente inédita.



 Y cuando pasa a ser sonido, cuando cada vocablo coincide al fin con la voz que lo espera, entonces lo normal se convierte en milagro. 
Paso a paso, sílaba a sílaba, el idioma pasa a ser una revelación.

 
Y qué placer cuando un prójimo cualquiera sale a nuestro encuentro, paso a paso también, sílaba a sílaba, y su palabra se abraza con la nuestra. Las maravillas y las impurezas emergen repentinamente del olvido y se introducen sin permiso en nuestro asombro.


 Gracias al idioma, sobrevivimos.
 Porque somos palabra, quién lo duda.
 El lenguaje es una bolsa de ideas, una metafísica que no tiene reglas, una propuesta que cada día es distinta."


Ojalá que en este nuevo curso que comenzamos, nuestras palabras creen muchos puentes, tanto en nuestro idioma como en cualquier otro. Pero no os apuréis a quienes os toque viajar a sitios cuya lengua desconocéis, si algo he comprobado en estos últimos meses, es que lo realmente importante no cambia por distinta que sea la cultura, y la sonrisa y la buena actitud no necesitan de traducción. 
Feliz semana!

P.D: Hoy una canción viajera que me encanta :) 


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